En las afueras de La Asunción, hacia el norte de Isla Margarita, se encuentra la BATERÍA LA LIBERTAD. Esta fortificación fue construida en noviembre de 1815 por los patriotas venezolanos, en un excelente emplazamiento para vigilar el paso este-oeste y norte-sur del sector. Igualmente, desde esta batería los cañones patriotas hostigaban a los españoles fortificados en el Castillo de Santa Rosa. Esta batería militar contaba entre 6 a 8 cañones, los cuales tuvieron una actuación importante en la Batalla de Matasiete, el 31 de julio de 1817, al impedir el general patriota Francisco Esteban Gómez, que las tropas del general realista Pablo Morillo tomaran el paso de Portachuelo. Los patriotas, entre los que se encontraban un gran número de margariteños, lucharon con una ferocidad inusitada. Entre las anécdotas de la batalla se cuenta que los patriotas lanzaron contra los españoles, por la ladera de la montaña enormes peñascos de piedra, lo cuales ocasionaron grandes daños. El coraje con que lucharon los margariteños en esta batalla hizo recordar el que manifestaron un puñado de espartanos en el Paso de Las Termópilas hace 2500 años, cuando Darío intentó invadir Esparta. A raíz de estos hechos cuando la Isla de Margarita fue declarada estado de Venezuela se le dio el nombre de Nueva Esparta. La fortificación Batería La Libertad fue olvidada después de la Guerra de Independencia de Venezuela y reencontrada en medio de una espesa vegetación en 1957 por el arqueólogo Helmuts Fuchs. El acceso es únicamente posible a pie. Es largo y difícil y requiere de vaqueano. Actualmente dentro del Monumento Natural Matasiete y Guayamurí se encuentra el monumento en memoria de la batalla.
Un poco más hacia el norte de La Asunción, en El Salado, está la IGLESIA DE SAN JOSÉ de Paraguachí. Esta obra de arquitectura colonial es de las primeras realizadas en Venezuela por los españoles, su construcción data entre 1590 y 1600 y se dice fue asesorada por Don Simón Bolívar “El Viejo”, antecesor del Libertador Simón Bolívar. En su torre, el Marqués de Mainteson dejó incrustados dos platos de porcelana. En el interior del templo se venera a San José.
